Marco Ulpio Trajano Crinito (53-117), natural de Itálica (Santiponce, Sevilla), fue el primer emperador romano de origen no itálico.
Trajano asciende en la escala del ejército romano desde soldado. Con 24 años obtiene el mando de una legión en Siria. En el año 89 aplasta una revuelta en Germania con la legio VII Gemina de Hispania. Y en el año 91 ya es cónsul. Cinco años después se convierte en gobernador de Germania, una de las fronteras más problemáticas del imperio y donde sus victorias empiezan a darle gran popularidad.
Cuando el sangriento emperador Domiciano es asesinado en el año 96, le sucede Nerva, viejo, sin descendencia e impopular en el ejército. Para aplacar los ánimos, Nerva adopta al famoso Trajano como heredero y sucesor. El viejo emperador muere en enero del año 98 y su hijo adoptivo le sucede sin incidentes.
No marchó a Roma hasta asegurar las tierras germanas conquistadas con mejores defensas y comunicaciones. Tras los convulsos gobiernos anteriores, es recibido con los brazos abiertos tanto por el Senado como por el pueblo a sus 45 años. Hace justicia a las expectativas haciendo un buen gobierno desde el principio: Liberó a muchas personas que habían sido encarceladas injustamente y devolvió buena parte de la propiedad privada confiscada. Su popularidad fue tal que con el tiempo el Senado Romano le otorgó el título honorífico de optimus.
Antes de ser emperador ya estaba casado con la prudente y correcta Pompeia Plotina, aunque no tuvieron hijos. Dión Casio sugiere que Trajano bebía mucho y que tenía cierta debilidad por los muchachos, y le atribuye a su esposa la siguiente frase al entrar por primera vez en el palacio:
Yo entro aquí como un tipo de mujer, y como tal deseo salir
Como militar destacan sus conquistas en Oriente Próximo. Iniciadas por las dos guerras contra Dacia, en lo que hoy es Rumanía. Las campañas dacias beneficiaron las finanzas del imperio a través de la adquisición de minas de oro. Tal es el recuerdo que en el himno nacional de Rumania se evoca a Trajano:
¡Y que en nuestros corazones guardamos con orgullo un nombre
Triunfante en las batallas, el nombre de Trajano!
En tiempos de paz construyó edificios, monumentos y carreteras. Su magnífico complejo en Roma se alzó para conmemorar sus victorias en Dacia, formado por un foro, la Columna Trajana y el mercado de Trajano. Aún se conservan en la Roma actual.
Siguió y mejoró la tarea de su predecesor con la creación formal de los programas de bienestar para niños huérfanos y pobres por todo el imperio. Proporcionaba fondos generales, así como comida y educación subvencionada. De esta forma favorecía el desarrollo de la natalidad y proporcionaba al imperio futuros ciudadanos sanos y cultos. Además, disminuyó los tiempos de los procesos judiciales, prohibió las acusaciones anónimas y las condenas con falta de pruebas sólidas; y favoreció a la clase campesina. Impuso a los senadores que invirtieran en Italia al menos la tercera parte de sus capitales. Puso límites a la emigración, intentando incentivar la presencia de la clase empresarial y la mano de obra en una Italia que estuvo a punto de encaminarse a una fase de decadencia. Hizo quemar los registros de los impuestos retrasados para aliviar la presión fiscal sobre las provincias. Creó un tipo de caja de ahorros popular que concedió préstamos a los pequeños campesinos y empresarios romanos que se beneficiaron así de amplias concesiones.
En una de sus campañas militares, en 116, Trajano cayó enfermo y emprendió el viaje de vuelta a Italia. Su salud declinó en la primavera y murió el 9 de agosto. Sus cenizas se colocaron debajo de la Columna Trajana, aunque la urna se perdió durante las invasiones bárbaras.
En los siglos posteriores, tanto en el Imperio romano como durante buena parte del Bizantino, cada vez que un emperador ascendía al trono, el Senado siempre expresaba el deseo:
"Felicior Augusto Melior Traiano"
(Que sea más afortunado que Augusto y mejor que Trajano)
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