No, unos irreductibles españoles resistían en Cádiz al
invasor. Tras ir perdiendo terreno de derrota en derrota, se decide reforzar la
posición institucional convocando elecciones para constituir las Cortes. El
resultado está formado por algo más de 300 diputados pertenecientes al clero,
funcionarios civiles y militares y profesionales liberales, con jurisdicción
solo en la propia ciudad.
Esas Cortes de Cádiz aprueban la primera constitución
española, el 19 de marzo de 1812, día de San José. De esta forma fue conocida
como "la Pepa", y la expresión "¡Viva la Pepa!" fue
utilizada muy popularmente para vitorear el movimiento independentista.
La Constitución de 1812 recoge conceptos revolucionarios
para la época, como la libertad de escribir, imprimir y publicar ideas
políticas sin necesidad de licencia, revisión y aprobación alguna anteriores a
la publicación. Y otros no tan progresistas, como la falta de libertad
religiosa (los españoles eran católicos, apostólicos y romanos, religión única
verdadera) o el establecimiento de ser varón y mayor de 25 años para poder
votar en las elecciones.
De cualquier forma, el cambio revolucionario duró poco,
cuando Fernando VII vuelve al trono no ve apropiado alimentar algo que mermaba
su poder, el 4 de mayo de 1814 suspende la Constitución, disuelve las Cortes,
deroga su obra legislativa y persigue a los liberales, encarcelados o
exiliados.
La Constitución de Cádiz volvió a estar en vigor de manera
intermitente en otros dos cortos periodos de tiempo, pero más allá de su
vigencia en la vida de los españoles, queda su influencia en otros tiempos y
lugares más propicios.
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