¿No nos representan?

Si consideramos el término "representatividad" desde un punto de vista estadístico, los procesos electorales están muy mal definidos (sin entrar en el polémico reparto de escaños). Nadie que plantee una encuesta seria prepararía un cuestionario y diría a la población objeto de estudio: "Ya están los cuestionarios, pasad el domingo a contestarlos voluntariamente al colegio que os corresponda". Porque los individuos que van a contestar van a estar claramente sesgados: sus motivaciones, formación o conciencia política van a ser muy distintas de los que no votan.

Para ilustrar esto vamos a considerar las consultas electorales realizadas en Andalucía, aunque puede trasladarse a otros ámbitos con resultados muy parecidos. Se han considerado las elecciones al Parlamento de Andalucía y los tres referéndums realizados. En las de marzo de 2012 se han sumado los votos a la coalición PSOE-IU como votos a gobernantes.

A excepción de los dos primeros referéndums, aproximadamente 3 de cada 10 votantes han decidido la suerte política de todos los andaluces y han dejado de acudir a las urnas entre un 30 y un 40% del censo electoral (Notar que la abstención y los votos al partido gobernante se mueven en porcentajes similares). Si la forma de pensar de los que votan fuera similar a los que no, la muestra de votos sería representativa, pero hay muchas razones obvias que nos hacen pensar lo contrario: hartazgo y falta de interés, principalmente. 

En investigación mediante encuestas, cuando se plantea una encuesta voluntaria, incluso se cuestiona el uso de incentivos, porque los individuos que se movilizan por incentivos tendrán un perfil diferente de los no motivados por el mismo.

¿Qué conclusión sacamos de esto? Tu opinión cuenta. En las elecciones de 2012 al Parlamento de Andalucía se presentaron 33 formaciones políticas, ¿ninguna te convence? Entonces puedes optar por otras opciones: el voto en blanco (sobre sin papeleta) beneficia a la formación votada mayoritariamente porque suman en el total para hacer la distribución de escaños, el voto nulo (sobre con dos papeletas o papeleta modificada, escrita o rota) y la abstención se cuentan pero no influyen en el resultado. El problema de la abstención es que puede mandar el mensaje de que pasas del tema o no te importa.